martes, 2 de junio de 2009

volando voy.. volando vengo!

Delante de las pantallitas de salidas de los vuelos, esperando el mío, esperando recuerdo entre visillos que casi hace diez meses antes estuve en el mismo aeropuerto, saliendo del avión, inocente, confiando-me en la ignorancia, sin saber como pisar en un país donde había sido desterrado de sus tradiciones hasta de sus propios idiomas.. aunque me contaran no asumía ni imaginaba sus formas, cuanto de grande era y cuanto de fácil era moverse en él, bailando su rimo y bañando-te en sus raíces.
Ahora veo las pasas de las huaraches como se entrelazan con la tierra húmeda y caliente.
Y me pregunto, como será allá fuera.. como será volver al orden, a la limpieza de fasanas, de las calles y al reciclaje.. a las leyes impenetrables, sin negociación alguna; a las distancias cortas y las ciudades pequeñas.. como será expresarse en otro idioma, con personas de piel blanca como la mía, dejando de ser “la güera”.. me pregunto muchas cosas, mil ideas intentan meterse en las respuestas y sólo una me sirve; que estaré junto a Mario.
Ahora entre ese visillo veo, veo a mi hermana que estubo junto a mi por unos días fugaz como la estrella que es. Repitiendo para mi, como una despedida los lugares más hermosos del país, algunos de ellos, claro, porque uno no se los acaba.. agarrando-la y removiendo-le lo que traía y lo que no también; con esa complicidad que nos caracteriza, aventurando-nos por lagunas con cocodrilos, por cañones con monos arañas y las que teníamos dentro de las habitaciones, oliendo el café ya tostado y saboreando las tortillas hechas a manos de Chiapas, comiendo más tamales de los que quería y conmovida por tanta gratitud.
Y así tan rápido como se vino se fue, con la maleta descargada, enseñando a la mía lo que era la ropa de invierno.
Ni tiempo de notar su ausencia que antes noto la mía, dos días después me veo embarcada en recorrer cuatro países en cinco días para pasar del cacao puro al delicioso chocolate.
Así que llego mi hora, llegó y aún estoy por creerlo.
Pero confío en volver a sudar el calor tropical, a volver a cambiar el coger para el agarrar, al volver a ganar dinero de cualquier manera, vendiendo tortas a las salidas de los bares, vendiendo ropa comprada y/o usada cargando-la medio país, semaforeando, lo que a uno se le pase por la cabeza.. a poder porque se puede y a saber porque se sabe ni mas ni menos, así es México! Así de fácil de entenderla, así de fácil de quererla. Siendo todo más que posible, todo lo más inimaginable, aquí se encuentra, a tu alcance.
Así que con un “que Diós te bendiga” y un "que Dios te acompañe en el camino" me voy volando, hasta pronto!

1 comentario:

Zazpi dijo...

Carinyo!! gràcies per compartir aquesta expereència i dir-te que segur que i tornaràs.
Un peto guapa i espero veure't aviatot.
T'estimem Neus